Akikaze - Akizuki

La librería recordaba un laboratorio electrónico. Los libros eran pequeños cristales de contenido acumulado, y se leían con ayuda de un optón. Este incluso se parecía a un libro, aunque sólo tenía una página entre las tapas. Al tocar esta hoja, aparecían por orden las páginas del texto, una tras otra. Pero, según me dijo el robot vendedor, los optones se usaban muy poco. El público prefería los lectones, que leían en voz alta, y era posible elegir la voz, el ritmo y la modulación preferida. Stanislaw Lem, escritor polaco, 1921-2006

Aún estando en las más sombrías aflicciones jamás desesperes, pues de las nubes más negras cae agua limpia y fecundante. Proverbio chino

  La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo. Paulo Freire, 1921-1997 Pedagogo y filósofo brasileño

El mundo está lleno de gente que quiere recoger frutos de árboles que nunca plantaron.

A medida que envejezco me fascinan más las ideas y me atrae menos la gente. Friedrich Nietzche (1844-1900)

Viento de otoño en los aleros cuelgan pescados secos Yosa Buson (1716-1784)

Procura no ir esparciendo espinas por el camino... ¡Tal vez te toque volver descalzo!

Solo tiene convicciones aquel que nunca ha profundizado en nada Emil. M. Cioran, 1911-1995, e scritor y filósofo rumano. Para afirmarse como tal, la convicción necesita ser probada y esto ocurre cuando se enfrenta a sucesos o circunstancias que la amenazan o desafían. No es casual que una de las acepciones de la palabra convicción sea "prueba". Desde esta perspectiva, nuestra convicción puede o no pasar el examen de su solidez. Si lo hace, afirma que nuestras acciones están en línea con lo que hemos creído; si no, evidencia que la convicción no era tal o que se reducía a un plano estrictamente dogmático. https://www.milenio.com/opinion/carlos-iriarte/red-social/la-fuerza-de-las-convicciones

¡Si quieres escuchar el canto de los pájaros, no compres una jaula, planta un árbol! 

No puedes evitar que los problemas llamen a tu puerta, pero no hay necesidad de ofrecerles una silla. Joseph Joubert (1754-1824), ensayista francés