En una tierra en guerra había un rey que causaba espanto: A sus prisioneros, no los mataba, los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una puerta inmensa de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre. En esta sala les hacía formar un círculo y les decía: – Podéis elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta... detrás de esa puerta YO OS ESTARÉ ESPERANDO Y…. Todos elegían ser muertos por los arqueros. Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al rey, se dirigió al soberano: – Señor ¿puedo hacerle una pregunta? – Dime, soldado. – Señor, ¿qué había detrás de la puerta? El rey contestó: – Ve y mira tú mismo. El soldado abrió temerosamente la puerta, y a medida que lo hacía rayos de sol entraron y la luz invadió el ambiente. Finalmente, sorprendido, descubrió que... la puerta se abría sobre un camino que conducía a la LIBERTAD!!! El soldado