No pido estar libre del temor, sino tener el valor de enfrentarlo. No pido el fin de mi sufrimiento, sino corazón suficiente para dominarlo. Que mis ojos no busquen aliados en el campo de batalla de la vida, sino que pueda yo buscar mis propias fuerzas. Que no tenga que implorar, temblando, mi redención, sino que pueda, con paciencia, conseguir mi libertad. Bendición para todos. Nada se pierde tan a menudo como la oportunidad diaria. Marie von Ebner-Eschenbach (1830-1916) Escritora austriaca.