Un maestro zen iba caminando en silencio con uno de sus discípulos por un sendero de montaña. Cuando llegaron a un viejo cedro, se sentaron a su sombra para comer un poco de arroz y verduras. después de comer, el discípulo, un monje joven que todavía no había encontrado la clave del misterio del zen, rompió el silencio preguntándole al maestro: -Maestro, ¿como puedo entrar en el zen? Estaba preguntando, por supuesto, cómo entrar en el estado de conciencia que es el zen. El maestro permaneció callado durante varios minutos. Mientras, el discípulo, aguardaba ansioso una respuesta. Estaba a punto de hacer otra pregunta cuando el maestro habló de pronto: -¿Oyes el sonido de aquel arroyo de montaña? El discipulo no se había fijado en ningún arroyo. Había estado demasiado ocupado pensando en el significado del zen. Pero cuando se concentró en escuchar el sonido, su ruidosa mente se fué callando . Al princípio no oía nada. Después, su pensamiento dejó paso a un estado de alerta acen...