Cuanta razón hay en tus palabras, viviendo conscientemente saboreas aquellos momentos que de otra forma pasan sin pena ni gloria, son pequeños grandes momentos Gracias Ángel por recordarlo, feliz noche
En el cielo hindú existe un árbol llamado Kalpataru (o árbol de los deseos). Un cansado viajero llegó por azar y se sentó debajo del árbol. - "Estoy tan hambriento -pensó- que sí hubiera alguien por aquí le pediría comida" En ese momento la comida se materializó delante de el. Cuando hubo comido le entró el sueño, y pensó: -"Sí hubiera una cama aquí..." Y la cama apareció. Pero tumbado en la cama comenzó a pensar: - "¿Que está sucediendo? No veo a nadie, pero la comida y la cama han aparecido. ¡Aquí hay fantasmas!" De repente aparecieron los fantasmas. Entonces se asustó y pensó: -"Ahora me matarán" ¡Y lo mataron! En la vída es igual: Sí piensas en fantasmas, aparecerán. Si piensas en enemigos, los tendrás. Sí piensas en amigos aparecerán. Sí odias, el odio brotará. Sí amas, el amor surgirá a tu alrededor.
No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
Cuanta razón!
ResponderEliminarEn las cosas pequeñas, cotidianas y sencillas está el "milagro" de la vida...
ResponderEliminarUn abrazo Angel!
Cuanta razón hay en tus palabras, viviendo conscientemente saboreas aquellos momentos que de otra forma pasan sin pena ni gloria, son pequeños grandes momentos
ResponderEliminarGracias Ángel por recordarlo, feliz noche
Siempre buscamos el disfrute en lo grande, lo lujoso, lo caro...
ResponderEliminarQue felices los que saben disfrutar de las cosas pequeñas.
Un abrazo amig@s.