No es la orilla la que se mueve.
Cuando alguien va en barco y mira hacia la orilla del río, puede cometer el error de creer que es la orilla del río la que se mueve. Pero si posa la mirada íntimamente sobre su propia embarcación, comprenderá que en realidad es el barco el que se mueve. De la misma manera cuando alguien intenta comprender la naturaleza de los fenómenos solamente a través de su percepción confusa, cometerá el error de pensar que su propia naturaleza es permanente (y que los demás fenómenos son impermanentes). Pero si esa persona sigue la práctica justa y vuelve a su origen, comprenderá claramente el principio de la Vía según el cual todas las existencias no son intrínsecamente ellas mismas. SHOBOGENZO GENJOKOAN Eihei Dogen (1200-1253) |
Me recuerda a mis viajes en tren, parecíame que yo estaba quieta, que los árboles, las casas...se movian que sensación tan extraña y agradable, yo estática, y todo lo demás moviéndose, me gusta recordarlo, pues hace tiempo no lo experimento
ResponderEliminarpercepción confusa como bien dices, ahora lo comprendo, aunque me guste verme atrapada de nuevo por ese fenómeno y volver a saborearlo, sin más
Buenas noches Angel y gracias
Cuando viajo también siento lo mismo.
EliminarCreo que todo es impermanente excepto yo.
¡Gran error!
Un abrazo, Arianna.
Gracias Angel...
ResponderEliminar_/\_
Gracias a ti por tu fidelidad al blog.
EliminarEs cierto...cuando uno se mueve en el tren, en bus...parece que es el entorno que se mueve, siendo pura percepción errónea...creo que a todos nos pasa.
ResponderEliminarAbracitos Ángel
Jugarretas de nuestro ego.
ResponderEliminarUn abrazo.