Sendas de Oku (20/..)
19- Sue-no-Matsuyama, Oku-Johruri.
Después visitamos el río Tama de Noda y la roca de Oki. En
Sue-no-Matsuyama hay un monasterio llamado Masshozan. Entre los pinos hay
muchas tumbas. Ver que en esto terminan todos esos juramentos y promesas de
vivir “como el pájaro de dos cabezas” o “los árboles de ramas unidas” (1) aumentó
mi tristeza. Cuando llegamos a la bahía de Shiogama, tañían las campanas del
crepúsculo repitiéndonos que nada permanece. El cielo lluvioso del Quinto Mes
se aclaró levemente y la luna del atardecer se mostró pálida. La isla de Magali
parecía al alcance de la mano: tan cerca se veía. Los pescadores remaban en sus
barquitas, todas formadas en hilera y se oían las voces de los que repartían
los peces. Recordé el verso: “atados con sogas”.(2) Comprendí
al poeta y me conmoví.
Esa noche oí a un bonzo ciego cantar en el estilo del norte llamado
Oku-Johruri, acompañado por el instrumento biwa.(3) Su estilo
no era el usual del acompañamiento de las baladas guerreras o de los cantos
para danzar. El son era rústico y como tocaban cerca de donde reposaba me
pareció demasiado ruidoso. Pero era admirable que en tierras tan lejanas no se
hubiese olvidado la tradición y se cantasen esos viejos romances.
Después visitamos el río Tama de Noda y la roca de Oki. En Sue-no-Matsuyama hay un monasterio llamado Masshozan. Entre los pinos hay muchas tumbas. Ver que en esto terminan todos esos juramentos y promesas de vivir “como el pájaro de dos cabezas” o “los árboles de ramas unidas” (1) aumentó mi tristeza. Cuando llegamos a la bahía de Shiogama, tañían las campanas del crepúsculo repitiéndonos que nada permanece. El cielo lluvioso del Quinto Mes se aclaró levemente y la luna del atardecer se mostró pálida. La isla de Magali parecía al alcance de la mano: tan cerca se veía. Los pescadores remaban en sus barquitas, todas formadas en hilera y se oían las voces de los que repartían los peces. Recordé el verso: “atados con sogas”.(2) Comprendí al poeta y me conmoví.
Esa noche oí a un bonzo ciego cantar en el estilo del norte llamado Oku-Johruri, acompañado por el instrumento biwa.(3) Su estilo no era el usual del acompañamiento de las baladas guerreras o de los cantos para danzar. El son era rústico y como tocaban cerca de donde reposaba me pareció demasiado ruidoso. Pero era admirable que en tierras tan lejanas no se hubiese olvidado la tradición y se cantasen esos viejos romances.
(1) Alude a un poema del famoso poeta chino Po-chu-i (772-846) que habla
del amor entre el Emperador Hsuan-Tsung y Yang Kuei-fei:
Desearon ser, en el cielo,
como el pájaro de dos cabezas;
y en la tierra,
como dos árboles que juntan sus ramas.
(2) Alude a un viejo poema de autor desconocido:
En Michino Oku
todos los paisajes son hermosos,
pero ninguno como el de Shiogama:
en filas los barcos
atados con sogas.
(3) Biwa: instrumento musical de cuatro cuerdas, parecido a la guitarra.
Oku-Johruri: suerte de cantar de juglares que cantan los bonzos en el norte.
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