No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
Hola, Ángel:
ResponderEliminarDe la mano de Karin llego hasta tu blog para deleitarme con la sencilla e infinita belleza de los haikus, son todo un mundo de sabiduría.
Abrazos.
Hola Rafael.
EliminarEntre los temas del blog los haikus ocupan un lugar preferente.
Me encanta deleitarme con ellos y que los demás también lo hagáis.
Gracias por tu participación.
Un abrazo.
Al leer estos haikus sigo aprendiendo de tu mano.
ResponderEliminarGracias por tu trabajo.
Gracias Karin. La cadena a través de los tiempos...
EliminarUn abrazo.
Me encanta este blog. Gracías por compartirlo!
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Anónimo. ¡Disfruto al hacerlo y al compartirlo!
EliminarUn abrazo.