¿Nunca os habéis preguntado por qué los búhos duermen de día y salen a cazar de noche? Pues este cuento os explica la razón de este comportamiento. Hace mucho, mucho tiempo, había un búho que trabajaba de tintorero. Todos los pájaros acudían a él para que tiñera sus plumas de los colores más inverosímiles. El búho era tan bueno en su trabajo, que todos los pájaros estaban encantados con él. Todos excepto el cuervo, que estaba tan orgulloso de su plumaje blanco inmaculado que despreciaba su trabajo. Pero un día, cansado de tanto blancor, el cuervo se acercó al búho y le dijo: - Tiñe también mis plumas, pero de un color único, nunca visto en un ave. El búho pensó mucho antes de decidir qué color usar y, finalmente, se decidió por el negro. - Ahora tus plumas son de un color como no se ha visto antes en el cielo - dijo el búho después de haber terminado su trabajo. Cuando el cuervo se dio cuenta de que sus plumas eran totalmente negras, como si estuviera cubierto de hollín de la cabez...
Gracias, Ángel, por tus aportaciones. Es una maravilla pasar por aquí y detenerse un rato.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la reflexión del escritor. En la práctica, el refugio, con cada libro se agranda y crece...
Salud.
Gracias por tus visitas. Aquí nos encontrarás!
EliminarQue podamos seguir agrandando y agrandando nuestros respectivos refugios.
Un abrazo.
un conjunto perfecto.
ResponderEliminarLibros y música: la "tormenta perfecta".
EliminarGracias Karin.
Estoy de acuerdo. Los libros protegen en tanto desvelan. También la música exalta, repara, reúne y libera nuestros sentimientos.
ResponderEliminarUna biblioteca siempre será un refugio moral y una luz ante la cual recogerse, sin duda.
Saludos.Un abrazo.
Cuanto mejor iría el mundo si leyéramos y reflexionáramos más y, al mismo tiempo, frenáramos nuestras vidas.
EliminarMuchas gracias Pilar.