Hay que aprender a soportar lo que no es posible evitar. Igual que la armonía del mundo se compone de cosas contrarias, así también nuestra vida se compone de tonos diversos: suaves y ásperos, agudos y graves, livianos y solemnes. Un músico que solamente amara los de una clase ¿qué podría expresar? Tiene que saber utilizarlos conjuntamente y mezclaros. Y nosotros hemos de hacer lo mismo con los bienes y los males, que son consustanciales a nuestra vida. Nuestro ser no puede subsistir sin esa mezcla, y en ella un aspecto no es menos necesario que el otro. Extracto de “Ensayos” de Montaigne (Libro III, Capítulo XIII. De la experiencia). Michel de Montaigne, filósofo, escritor, humanista y moralista francés, 1535-1592
Atención a qué escribía, qué ocultaba, por qué su teosofía y qué hizo con ella...
ResponderEliminarLe invito -con reservas porque puede resultarle muy desagradable lo que encuentre- a profundizar en la vida de este ser, si es que no ha llegado a hacerlo (si es así, ruego disculpas) y podrá valorar si reúne méritos intelectuales como los de Séneca, Da Vinci, Thoureau y otros muchos 'grandes' que aparecen en el blog y que creo, tienen más que demostrado su derecho a estar aquí -en cuanto a que han tratado de aportar algo positivo a la Humanidad-.
El epigrama, desconectado de la coherencia, del modelo...¿qué aporta?
En mi opinión importa la obra, el epigrama en este caso.
EliminarEn mi opinión importa la obra, el epigrama en este caso.
EliminarSolo valoro la frase, que me parece perfectamente válida.
ResponderEliminarRespecto a Mme. Blavatsky y a la teosofía reconozco mi poco conocimiento, más bien mi ignorancia.