No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
Atención a qué escribía, qué ocultaba, por qué su teosofía y qué hizo con ella...
ResponderEliminarLe invito -con reservas porque puede resultarle muy desagradable lo que encuentre- a profundizar en la vida de este ser, si es que no ha llegado a hacerlo (si es así, ruego disculpas) y podrá valorar si reúne méritos intelectuales como los de Séneca, Da Vinci, Thoureau y otros muchos 'grandes' que aparecen en el blog y que creo, tienen más que demostrado su derecho a estar aquí -en cuanto a que han tratado de aportar algo positivo a la Humanidad-.
El epigrama, desconectado de la coherencia, del modelo...¿qué aporta?
En mi opinión importa la obra, el epigrama en este caso.
EliminarEn mi opinión importa la obra, el epigrama en este caso.
EliminarSolo valoro la frase, que me parece perfectamente válida.
ResponderEliminarRespecto a Mme. Blavatsky y a la teosofía reconozco mi poco conocimiento, más bien mi ignorancia.