Cambiarse a sí mismo...
El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo:
«De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: ‘Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo‘.
A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: ‘Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho‘.
Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: ‘Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo‘.
Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida.»
«De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: ‘Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo‘.
A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: ‘Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho‘.
Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: ‘Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo‘.
Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida.»
Tomado del libro "El canto del pájaro" de Tony de Mello
A veces pienso que intentamos cambiar nuestro entorno, porque somos incapaces de cambiarnos a nosotros mismos
ResponderEliminarSi, J.J., en ese juego andamos inmersos casi siempre.
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