Preocuparse u ocuparse...
Mark Twain
La función de las preocupaciones es afrontar, planificar o solventar un problema. Cuando existe una dificultad, visualizamos las diferentes formas de afrontamiento, valoramos los pros y contras de cada una de ella y a través de una economía de ganancias elegimos la solución con menor coste, así pondremos fin a nuestro malestar. Por tanto, es positivo preocuparse ya que nos ayuda a enfrentar el problema y a solucionarlo.
¿Cuándo la preocupación deja de ser funcional? Se convertirá en problemática cuando no termine su curso, no lleguemos a la solución pese a nuestra perseverancia de continuar dando vueltas al problema en cuestión. Esto parece una obviedad, pero si nos ponemos a pensar cuantas preocupaciones nos crean malestar sin que la solución esté en nuestra mano nos impresionaríamos. Esto sucede:
- - cuando no depende de nosotros su control ni la solución.
- - cuando no está basada en problemas reales.
- - cuando la probabilidad de ocurrencia es baja.
gracias. muy apropiada esta recomendacion.
ResponderEliminarGracias a tí, Liliana.
EliminarLa recomendación es buena, la dificultad está en llevarla a la práctica. Creo que ahí esta nuestro trabajo.