El arte de todos los maestros...

El arte de todos los maestros está en juzgar al otro no por lo que puede o dice, sino por la medida y calidad de sosiego que irradia, por el equilibrio y orden interno, por el rango y el estadio interno en que se encuentra. La persona madura respira quietud; la aspira y expira. La persona, que irradia quietud por estar abierta a la unidad, revela su fondo original, lleno de vida, como una fuerza formadora y redentora. Actúa clarificando, ordenando y curando, "sin hacer nada". Da forma y libera, partiendo simplemente de su misma esencia. Al final de este desarrollo no surge la personalidad formada, que encarna, como un todo encerrado en sí mismo, un cosmos de valores y órdenes fijas, sino más bien una persona totalmente transparente, a través de la cual se manifiesta el sentido de la vida en una interminable transformación del mundo, confirmando inconscientemente la ley de la unidad  al formar o liberar, según lo exija el momento.

Japón y la cultura de la quietud.
Karlfried Graf Dürckheim (1896-1988).
Filósofo y psicólogo alemán.

Comentarios

  1. El sosiego de alguien que está junto a tí , te contagia, transmite paz y desearias estar siempre a su lado , sin hablar compartiendo algo más que palabras

    Gracias Angel por esta magnífica entrada

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  2. Un fuerte, fuerte abrazo. Pensaba que te encontrabas mal y estaba pensando mandarte un mail.
    Nos seguiremos encontrando.

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  3. Muy buena entrada Angel!
    Me encanta lo de la "transparencia" de las personas maduras, irradiando una unidad y una paz que no es propia precisamente de su madurez, sino de su trasfondo ... y para lo único que sirve su no-yo es para reflejarlo.

    Saludo al buda que hay en tí!
    Y le agradezco su presencia siempre despierta!

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  4. Gracias Ganapati, un estimulo para seguir adelante. Yo tambien me inclino ante el buda que hay en TODOS NOSOTROS.
    Gasshô.

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