No dejo de acordarme...

No dejo de acordarme, de muchacho,
a solas con mis libros en el templo,
rellenando mi lámpara de aceite,
amé las noches largas del invierno.

Daigu Ryôkan., 1758-1831
Monje Zen, Calígrafo, Poeta.

Comentarios

  1. tiempos hermosos que se recuerdan con añoranza

    un abrazo Ishin den shin

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