Los cuatro monjes.
En un templo remoto de las montañas de Japón, cuatro monjes zen habían decidido hacer un retiro que exigía silencio absoluto. Hacía mucho frío, y cuando una bocanada de aire helado penetró en el templo, el monje más joven exclamó:
-¡Se ha apagado la vela!
-¿Por que hablas?- le reprendió el monje de mas edad. -¡estamos haciendo un retiro de silencio!
-Me pregunto porqué estáis hablando- gritó indignado el tercer monje.
-¡Yo soy el único que no ha hablado! declaró satisfecho el cuarto.
fue el vuelo de una mosca que se posó en su nariz, la culpable de sus distraciones
ResponderEliminarQue difícil es guardar silencio absoluto
buenas noches Angel
Hermosa historia zen. Muy reveladora y apabullantemente práctica.
ResponderEliminargracias Angel, por ello y por todo lo demás.
''''Feliz Natiadvaita!!!!!
Sin palabras...
ResponderEliminarSantosham y Samurai:
ResponderEliminarGracias por vuestras palabras y vuestras no palabras. Que sigamos encontrandonos en estos espacios. Un abrazo.
Amiga Arianna. Perdona por no haberte contestado. Quien mucho abarca poco aprieta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.