No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
Este haiku me llama la atención especialmente ahora. Durante esta semana he visto como están podando los árboles por las principales calles y avenidas. La poda que están realizando es verdaderamente tremenda, están dejando sólo el tronco de los árboles, ni las ramas más pequeñas, ni una hoja. Sólo están dejando los árboles mutilados desde el tronco. Me parece triste que permitan que se esté haciendo esto. Y este haiku hace reflexionar, porque todos estos árboles parecen muertos en vida. Parecen postes.
ResponderEliminarsaludos
Guardan sus energías en las raíces y cuando llega la primavera resurgen, nuevamente y con más esplendor.
Eliminar¡Pueden servirnos de ejemplo!
Un abrazo, Karin.