No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
Y tú mismo, a tu amigo. Genial Stevenson, como siempre.
ResponderEliminarUna vez leí, creo, que los amigos son la familia que nosotros mismos elegimos. Me pareció muy hermoso.
Un abrazo
Un reencuentro de cuatro horas con un antiguo compañero de práctica meditativa...
ResponderEliminarUn regalo!
Gracias momiji.