Cuando una persona se pone a trabajar, aunque se trate del trabajo más primitivo, sencillo y menos cualificado, el alma humana se serena. En cuanto una persona empieza a trabajar, todos los demonios le abandonan y no pueden acercarse a él. Un hombre se convierte en un hombre.
Thomas Carlyle, 1795-1881
filósofo, historiador, traductor, matemático, profesor, crítico social y ensayista escocés. Wikipedia
Comentarios
Publicar un comentario