Ego traicionero.
Un asceta habia conseguido, tras muchos años de mortificaciones, contar con el don de la ubicuidad. Siendo ya muy anciano un día acudio el emisario de la Muerte para llevárselo. El asceta, con sus dotes clarividentes intuyó al emisario y cuando iba a llegar, se desdobló en veinte formas iguales. El emisario, desconcertado, no sabía cual era la real y se marchó.
Le contó lo sucedido al señor de la Muerte, que le dió unas instrucciones al oido. Dias despues el emisario volvió a donde estaba el asceta. Cuando llegó ante el, ya se había desdoblado nuevamente en veinte formas iguales. Entonces el emisario, siguiendo las instrucciones del señor de la Muerte, exclamó:
-¡Muy bien, muy bien, pero que muy bien!. Esto es fantastico, pero hay un pequeño fallo.
Entonces, herido en lo más profundo de su orgullo, el asceta preguntó:
-¿Cual?
Y entonces el emisario lo cogió y se lo llevó al reino de la Muerte.
Mientras la mente dirija tu vida, no podrás sentirte verdaderamente tranquilo
ResponderEliminarEl ego necesita ser defendido y alimentado constantemente
Agur Bero bat Ängel