Keichu y el gobernador.
Keichu, el gran maestro zen de la era Meiji (1867-1912), era el abad de Tofuku-ji, un enorme templo de Kyoto. Un día
vino a visitarle por primera vez el gobernador de Kyoto.
Su asistente le llevó la tarjeta de visita del gobernador, en la que se leía: "Kitagaki, Gobernador de Kyoto".
-No tengo nada que tratar con ese tipo- dijo Keichu a su asistente-. Dile que se marche de aquí.
El asistente devolvió la tarjeta con sus disculpas.
-Ha sido culpa mía - dijo el gobernador.
Tomó un lápiz y tachó las palabras "Gobernador de Kyoto".
-Anunciame otra vez a tu maestro.
-¡Ah1 ¿Es Kitagaki? exclamó el maestro cuando leyó la tarjeta. Hombre, ¡dile que pase!
Cuando vas a ver a un maestro vas a aprender, no para demostrar quien eres.
En la fotografía : Jardín de Rocas del templo zen Tofuku-ji.
Somos lo que somos, no lo que intentamos aparentar que somos
ResponderEliminargabon
Cierto. Y cuántas veces lo olvidamos. Y como la propia vida es maestra, mejor no poner nunca nada en la tarjeta detrás de nuestro nombre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Llevamos nuestra función como sí fuese una mascara y ello hace que nuestro "rostro original" permanezca oculto.
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