Sí no tengo nada...¿que puedo abandonar?

Un discípulo, tras un largo periodo de retiro en las montañas, volvió junto a su maestro:
-Lo he dejado todo, maestro- le dijo con evidente satisfacción. Todas mis posesiones materiales y todas mis ataduras con los otros. Traigo mis manos vacías. Vengo a ti con el corazón en paz.
-Entonces -dijo el maestro- deshazte también de eso.
-Pero, maestro, si no tengo nada, ¿que puedo abandonar?
-Magnífico -respondió el maestro- Conserva sólo esa pregunta.

La renuncia a todo deseo debe incluir la renuncia al deseo de dejar de desear...

Comentarios

  1. Después de mi última clase contigo, me retiro satisfecha

    feliz noche Angel

    ResponderEliminar
  2. Siempre hay algo por abandornar... Y hasta que no consigamos deshacernos de todo, el miedo (a perderlo) no nos abandonará a nosostros.

    Gracias, Ángel. Disfruté leyéndote, como siempre. Un saludo _()_

    ResponderEliminar
  3. Magnífico! Ese discípulo no tenía ya ni historia personal que abandonar!

    Gracias Angel por esta buenísima entrada...

    _()_

    ResponderEliminar
  4. Querido amigo:

    Siempre las palabras precisas.

    Excelente pregunta para tener presente a cada instante.

    Saludos!!! _()_

    ResponderEliminar
  5. Gracias a todos, amigos.
    Es un placer compartir con vosotr@s estos pequeños instantes de reflexión.

    ResponderEliminar
  6. Hermosa enseñanza!! Gracias Angel por compartirla :) Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. El deseo de perdurar en el yo es el último bulto que siempre nos queda por arrojar y el que alimenta a todos los miedos.
    Saludos Angel.

    ResponderEliminar
  8. Siria:
    Aquí estaremos. Gracias y un abrazo.

    Delia:
    Gracias por tu reflexión. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Aka-tonbo (Libélula roja).

El árbol...