¿Nunca os habéis preguntado por qué los búhos duermen de día y salen a cazar de noche? Pues este cuento os explica la razón de este comportamiento. Hace mucho, mucho tiempo, había un búho que trabajaba de tintorero. Todos los pájaros acudían a él para que tiñera sus plumas de los colores más inverosímiles. El búho era tan bueno en su trabajo, que todos los pájaros estaban encantados con él. Todos excepto el cuervo, que estaba tan orgulloso de su plumaje blanco inmaculado que despreciaba su trabajo. Pero un día, cansado de tanto blancor, el cuervo se acercó al búho y le dijo: - Tiñe también mis plumas, pero de un color único, nunca visto en un ave. El búho pensó mucho antes de decidir qué color usar y, finalmente, se decidió por el negro. - Ahora tus plumas son de un color como no se ha visto antes en el cielo - dijo el búho después de haber terminado su trabajo. Cuando el cuervo se dio cuenta de que sus plumas eran totalmente negras, como si estuviera cubierto de hollín de la cabez...
Muy hermosa forma de explicarlo.
ResponderEliminarun abrazo Ángel
¿Verdad que sí?. Muchos caminos, pero al final la luna (la iluminación).
EliminarGracias Xaro.
A veces veo dos lunas que se acompañan
ResponderEliminarabrazos Ängel
Arianna: La vegetación (el día a día) hace que muchas veces no nos veamos aunque estemos transitando por caminos que se entrecruzan. A veces nos divisamos a lo lejos y por breves instantes. Seguimos subiendo, poco a poco, a esa cumbre desde la que podamos contemplar, sin obstáculos, la luna.
EliminarUn gran, gran abrazo.
Precioso....
ResponderEliminarGracias, Gorka. Me estaba acordando de ese haiku de Issa:
EliminarAl Fuji subes,
despacio, pero subes
caracolito.
Un abrazo.