Nos resultará más fácil disfrutar de nuestra vida si vivimos en el momento. Pasar demasiado tiempo en el pasado o en el futuro nos distraerá y no llegaremos a vivir plenamente. Las preocupaciones innecesarias acerca del pasado o del futuro fomentan el estrés, la ansiedad y la infelicidad. Si detectamos esto esforcémonos, arranquemos los pensamientos contraproducentes y volvamos al aquí y al ahora.