En el cielo hindú existe un árbol llamado Kalpataru  (o árbol de los deseos).  Un cansado viajero llegó por azar y se sentó debajo del árbol.  - "Estoy tan hambriento  -pensó- que sí hubiera alguien por aquí le pediría comida"   En ese momento la comida se materializó delante de el. Cuando hubo comido le entró el sueño, y pensó:  -"Sí hubiera una cama aquí..."  Y la cama apareció. Pero tumbado en la cama comenzó a pensar:  - "¿Que está sucediendo? No veo a nadie, pero la comida y la cama han aparecido. ¡Aquí hay fantasmas!"  De repente aparecieron los fantasmas. Entonces se asustó y pensó:  -"Ahora me matarán"  ¡Y lo mataron!    En la vída es igual:  Sí piensas en fantasmas, aparecerán. Si piensas en enemigos, los tendrás. Sí piensas en amigos aparecerán. Sí odias, el odio brotará. Sí amas, el amor surgirá a tu alrededor.
 
Qué bonito. Trae calma. Ahora intento ser espejo para la luz.
ResponderEliminarGracias, L.
Hola, L.
EliminarDe momento trabajaremos para ser espejos y nos esforzaremos para conseguir ser lamparas. Recordemos la frase del Budha: "sed vuestra propia lámpara"
Un abrazo.
¡Gracias! Muchos años ya desde que leí a Lin Yutang. A la cita, hoy, le he dado una interpretación del todo subjetiva, haciendo relación a cierto estado, a cierta búsqueda por mirar en la luz de Otros. Su indicación me conduce, en gassō.
EliminarL
En gasshō, correción de digitación.
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