Sobre el orgullo y el egoísmo...

Casi todo el mundo está orgulloso, no de las cosas que suscitan respeto, sino de las innecesarias, o incluso perjudiciales: fama, poder y riqueza.

Una persona egoísta siempre está limitada. Una cosa está relacionada con la otra: es egoísta porque es limitada; es limitada porque es egoísta.


Al principio, una persona orgullosa consigue que los demás crean que es más importante de lo que es en realidad, pero cuando esta influencia desaparece, como siempre sucede, se convierte en objeto de chanzas.


La reflexión del día.
Seleccionada del "Calendario de la sabiduría" de León Tolstoi

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