Suficiente nunca es bastante...


Mí riqueza consiste no en la cantidad de mis pertenencias sino en la escasez de mis deseos.

Exóticos perfumes, lujosos automóviles, maravillosas vacaciones en destinos paradisiacos no son ciertamente la clave de la felicidad. El consumismo da por supuesto que siempre estamos descontentos. Se supone que la próxima compra nos hará felices, pero ¿como podría hacerlo? Sí hubiera conseguido ser feliz, ya no compraría nada más. Por lo tanto, la satisfacción obtenida a partir de una compra casi siempre tiene una vida muy corta y nos lleva a desear algo más.
Suficiente nunca es bastante.

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