Santuario Toshogu (Nikko) Mizaru-Kikazaru-Iwazaru No ver-No oir-No decir OKU NO HOSOMICHI (Sendas de Oku) 4- Nikko. El día treinta nos hospedamos en una posada situada en la falda del monte Nikko. El dueño de la posada me dijo que se llamaba Gozaemon y que, por su rectitud, la gente lo nombraba Gozaemon del Buda. “Reposen sosegados esta noche”, nos dijo, “aunque su almohada sea un manojo de hierbas”. Preguntándome qué Buda había reencarnado en este mundo de polvo y pecado para ayudar a tan pobres peregrinos como nosotros, me dediqué a observar la conducta del posadero. Aunque ignorante y tosco, era de ánimo abierto. Uno de esos a los que se aplica el “Fuerte, resuelto, genuino: un hombre así, está cerca de la virtud”. (1) En verdad, su hombría de bien era admirable. El día primero del Cuarto Mes oramos en el templo de la montaña sagrada. Antiguamente la montaña se llamaba Futara, pero el gran maestro Kukai, (2) al fundar el templo, cambió su nombre por el de Nikko,...