No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
¡ :) ...Hermoso.
ResponderEliminarSí que lo es. Que sentido de la observación más desarrollado tenían estos haijin. ¿O acaso estaban más despiertos?
ResponderEliminarGracias, anónim@.
La experiencia me dice (o al menos me acerca) a que sentido de observación se relaciona con el estar despiertos, más despiertos. Su interrogante invita una mirada más detenida hacia la expresión por parte del haijin y hacia el mismo ejercicio del haiku. Interesante, sugestivo.
Eliminar(Y, bueno, un mirar también hacia quien(s)disfruta(n) y coparticipa(n)de éste).
Y Yosa Buson, pintaba. Le estaré conociendo un poco más, gracias a usted.
Gracias anónim@.
EliminarDe Desperares, digo. Apreciado don Ángel, me permito compartirle de ésta obra y vida que recientemente descubro: https://www.youtube.com/watch?v=k4SvY3VnwZI
Eliminar(Y como evidentemente soy anonim@, tengo a bien que no publique mi comentario-enlace, como usted prefiera).
Gasshō
Maravilloso haiku. Para mi que me apasiona el haiku ha sido un placer conocer tu blog.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Gracias Josefa.
EliminarNos seguimos.