No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
!!Maravilloso !! momento y toma de conciencia de este "estar solo".
ResponderEliminarAbrazos Angel.
Qué mejor compañero de viaje que un@ mism@ ?
ResponderEliminarFeliz domingo Ángel
Precioso...
ResponderEliminarGracias Angel!
¡Que hermosa es la soledad cuando es uno mismo el que la elige!
ResponderEliminarGracias, amig@s.
En mi camino, para muchos corto para mi bastante largo, logro entender que la soledad es la que me ayuda a poner mis pensamientos en orden... Muchos ven a la soledad como una enemiga, yo prefiero verla como mi aliada... abrazos Angel, gracias!
ResponderEliminarNos aterroriza el silencio, el pasar desapercibidos. Necesitamos hacernos notar: conversaciones superficiales, teléfono, faceboock, twitter, etc... ¡Nos produce pánico la soledad!.
EliminarDecía Ralph Waldo Emerson: "El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad"
Un abrazo, Bitty.
En EL LIBRO DEL HAIKÚ de Maurice Coyaud encontré el haikú de Taigi: ¡Oh!Una luciérnaga volando./Quise gritar "mira",/pero estaba solo.
ResponderEliminarEsa brevedad y consición genera más que una sorpresa en el lector. Saludos.
Gracias Lluvia azul.
ResponderEliminarPequeñas diferencia en el recipiente(la traducción) pero la esencia es la misma.
Un abrazo.