Tsurezuregusa.

Si uno fuera a vivir para siempre y no a evaporarse como el rocío en el campo de Adashí, o desvanecerse como el humo sobre el Monte Toribe, ¿cómo se podría sentir esa melancolía que invade todas las cosas?
Pues es lo transitorio del mundo aquello que lo hace tan maravilloso.

Yoshida Kenkô (1283-1350)
Tsurezuregusa.

Comentarios

  1. La melancolía siempre hace acto de presencia

    Por eso vuelvo a tu blog a disfrutas de la fria y cálida brisa de otoño

    Un abrazo Angel I shin den shin

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  2. Gabon Ari...
    Agradezco tu fidelidad. Mañana contesto a tu email. Un fuerte abrazo.

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