Bondad natural o bondad interna...

Existe una bondad natural que surge de nuestros atributos externos, de nuestra herencia, público, buena o mala digestión, éxito, etc. Esta clase de bondad es muy agradable, tanto para la persona que la experimenta como para la gente que la rodea. Y existe otro tipo de bondad que surge de nuestro esfuerzo interno, espiritual. Esta bondad es menos atractiva, pero aunque la primera bondad puede transformarse con mucha facilidad en odio, la segunda nunca desaparecerá, y aumentará de forma constante.

La reflexión del día.
Seleccionada del "Calendario de la sabiduría" de León Tolstoi


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