Todos venimos y todos nos marchamos.

Un maestro insistía en que todos los fenomenos, y por tanto el mundo, son ilusorios. Un día en que se le murió un hijo comenzó a llorar y los discipulos le dijeron:
-Pero, maestro, sí dices que el mundo es ilusorio.
Y el maestro repuso:
-Pero ¡es que es tan doloroso perder a un hijo ilusorio en un mundo ilusorio!

Hay que ocuparse de los vivos mientras están y no despues de que se hayan desencarnado. De nada sirven luego los sentimientos de culpa, los complejos y los lamentos.
Hay que atender a las personas a cada instante. Sí todos fueramos conscientes plenamente de la transitoriedad, no habría lugar para tantos conflictos, equívocos, maledicencias y altercados.

Todos venímos y todos nos marchamos. Celebremos a cada momento la unión hasta que la separación inevitable se produzca.

Ramiro A.Calle.
"Evitar el sufrimiento". Ediciones Martinez Roca, S.A.-Madrid-

Comentarios

  1. Todos venímos y todos nos marchamos. Celebremos a cada momento la unión hasta que la separación inevitable se produzca.
    Gracias por tu entrada

    Cuanto tiempo ha costado llegar a este punto de comprensión de lo transitorio de nuestra vida

    Llegado este momento estamos preparados para renacer de nuevo

    Agur bero bat Ängel

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  2. Como dice el Maestro DOGÊN en su poema MUJÔ (Impermanencia):
    Esperando el primer rayo de sol,
    una gota de rocío sobre una brizna de hierba.
    ¡Que breve es su vida!.......
    Gracias Arianna.

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