En el cielo hindú existe un árbol llamado Kalpataru (o árbol de los deseos). Un cansado viajero llegó por azar y se sentó debajo del árbol. - "Estoy tan hambriento -pensó- que sí hubiera alguien por aquí le pediría comida" En ese momento la comida se materializó delante de el. Cuando hubo comido le entró el sueño, y pensó: -"Sí hubiera una cama aquí..." Y la cama apareció. Pero tumbado en la cama comenzó a pensar: - "¿Que está sucediendo? No veo a nadie, pero la comida y la cama han aparecido. ¡Aquí hay fantasmas!" De repente aparecieron los fantasmas. Entonces se asustó y pensó: -"Ahora me matarán" ¡Y lo mataron! En la vída es igual: Sí piensas en fantasmas, aparecerán. Si piensas en enemigos, los tendrás. Sí piensas en amigos aparecerán. Sí odias, el odio brotará. Sí amas, el amor surgirá a tu alrededor.
Hola Angel, me gustó mucho me lo llevo para compartir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tremenda cita. Transmite, tiene garra, verdad. Me encantó. Gracias, Ángel, por compartirla con todos/as. Un abrazo. __/\__
ResponderEliminarDelia, Ermitaño: Gracias.
ResponderEliminarLa primera vez que la leí me dejó un poco "frio" pero,al tiempo, en una segunda lectura me dí cuenta de su profunda enseñanza.
Un abrazo.
Me pasó lo mismo Angel, esta cita nos saca del concepto "maestro", o por lo menos alerta sobre la posibilidad de terminar "descansando" en experiencias ajenas y olvidando que el único maestro es el silencio interior.
ResponderEliminarGracias nuevamente Delia.
ResponderEliminarEsta bien conocer las experiencias ajenas y sacar provecho de ellas, pero no debemos olvidar que nuestro camino lo tenemos que andar nosotros.
Un abrazo.