No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
Gracias Angel, ya lo creo que es para reflexionar......
ResponderEliminarYo me imagino aún , ese Japón limpio, seguro lleno de poesía.....
No sé si lo conoceré algún dia, me gustaría
Feliz noche Ängel
Leyendo esta entrada sobre Fukusima me he acordado de una frase de Albert Einstein: "No hay mayor signo de locura que esperar a que las cosas cambien haciendo siempre lo mismo"
ResponderEliminarQuizás debamos empezar a cambiar, a empezar esa peregrinación, aunque sea "solamente" en el interior de nuestro corazón.
Un fuerte abrazo.
Interesante publicación, y sin dudas que ese cambio interior al que aludes es el único posible...lo demás será siempre "más de lo mismo".
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Delia. Con pequeños, pero constantes, gestos se logran los grandes cambios.
ResponderEliminarUn abrazo.