No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
Saludos Angel.
ResponderEliminarTrés cosas en mi mente al respecto del breve y hermoso texto.
1- La exquisitez con que elijes tus entradas aun si son breves tienen un aura de belleza que hace recrearse a uno en cada palabra...Felicidades por ello.
2- Me vino a la mente una espesa niebla...aunque dice neblina (como más suave)
3- Pense en los llamados Lung-gompa, que caminan a gran velocidad.
Un abrazo amigo Angel.
Gracias Xaro La. Aunque a veces incluyo entradas medianas y excepcionalmente alguna larga me gustan las entradas breves. Intento que las entradas sean como pequeñas piedras arrojadas al estanque. Que despierten la atención de quien las lee, y a partir de ahí... que cada uno haga su lectura.
ResponderEliminarA mi también me convence mas imaginarlo con una espesa niebla.
Cuando era pequeño -10 o 11 años- leí una revista de los años cuarenta en la que hablaban del Tibet: Los lamas reencarnados, el oráculo, los Lung-gompa... Recuerdo que me impactó mucho.
Un abrazo.
así son, pequeñas piedras con gran contenido
ResponderEliminargracias amigo, averiguaré ya, a mi edad , sobre los Lun-gompa
Gracias Arianna.
ResponderEliminarLung-gompa: Ascetas que, en estado de trance, recorren corriendo distancias inverosímiles. ¿Verdad, leyenda?... Otro misterio mas de ese extraño país.