En tanto estás recibiendo instrucción, debes abandonar tu ego detrás y dejar todo a tu maestro. Sí simplemente no puedes seguir a tu maestro, deberias respetuosamente abandonarlo.
Saito Chobo Maestro de Kiudô (Tiro con arco).
Autor de "Kokoro no yoi" ( preparando vuestra mente).
estuve un año practicando Kyudo, y aunque la experiencia fue hermosa en lo superficial, pero en todo ese tiempo eche de menos al "Maestro" que necesitaba. Aunque en la perfección de como ocurren las cosas, valoré muy satisfactoriamente al maestro que tube. gracias por recordarme aquello un saludo
Gracias a tí Santosham. Hay que extraer la parte positiva de cada experiencia que vivimos. Yo practiqué karate varios años y me ocurrió lo mismo. No encontré, o no supe encontrar, al maestro que buscaba. Un abrazo.
Arianna. "Si el ojo no tuviera luz no reconocería al sol". Y sí no hubiera "maestro interior", el maestro del exterior no podría actuar en nosotros. Para descubrir y aceptar un maestro de fuera es preciso que, en la profundidad de nuestro propio Ser esencial haya un maestro y que éste empiece a hacerse consciente. Esto que te cito no es mío (obviamente).Está tomado del libro "El Maestro interior" escrito por Karlfried graf Dürckheim. Intuyo que este tema nos dará mucho para hablar. Un abrazo.
Los cobardes mueren miles de veces antes de su muerte; los valientes experimentan la muerte una sola vez. De todos los prodigios que hasta ahora he oído, es para mí el más extraño, el del miedo de los hombres; al ver que la muerte, un final ineludible, vendrá cuando tenga que venir. William Shakespeare
En el cielo hindú existe un árbol llamado Kalpataru (o árbol de los deseos). Un cansado viajero llegó por azar y se sentó debajo del árbol. - "Estoy tan hambriento -pensó- que sí hubiera alguien por aquí le pediría comida" En ese momento la comida se materializó delante de el. Cuando hubo comido le entró el sueño, y pensó: -"Sí hubiera una cama aquí..." Y la cama apareció. Pero tumbado en la cama comenzó a pensar: - "¿Que está sucediendo? No veo a nadie, pero la comida y la cama han aparecido. ¡Aquí hay fantasmas!" De repente aparecieron los fantasmas. Entonces se asustó y pensó: -"Ahora me matarán" ¡Y lo mataron! En la vída es igual: Sí piensas en fantasmas, aparecerán. Si piensas en enemigos, los tendrás. Sí piensas en amigos aparecerán. Sí odias, el odio brotará. Sí amas, el amor surgirá a tu alrededor.
No creo que para escribir sea necesario ir a buscar aventuras. La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura. El empapelado que vimos en nuestra infancia, un árbol al atardecer, el vuelo de un pájaro, aquel rostro que nos sorprendió en el tranvía, puedan ser más importantes para nosotros que los grandes hechos del mundo. Prosas apátridas Julio Ramón Ribeyro, escritor peruano, 1929-1994
¿Dónde está el maestro?
ResponderEliminarsé lo que se dice siempre el maestro está en tí pero........
Gracias Ángel por estar
estuve un año practicando Kyudo, y aunque la experiencia fue hermosa en lo superficial, pero en todo ese tiempo eche de menos al "Maestro" que necesitaba. Aunque en la perfección de como ocurren las cosas, valoré muy satisfactoriamente al maestro que tube.
ResponderEliminargracias por recordarme aquello
un saludo
Gracias a tí Santosham. Hay que extraer la parte positiva de cada experiencia que vivimos.
ResponderEliminarYo practiqué karate varios años y me ocurrió lo mismo. No encontré, o no supe encontrar, al maestro que buscaba. Un abrazo.
Arianna. "Si el ojo no tuviera luz no reconocería al sol". Y sí no hubiera "maestro interior", el maestro del exterior no podría actuar en nosotros. Para descubrir y aceptar un maestro de fuera es preciso que, en la profundidad de nuestro propio Ser esencial haya un maestro y que éste empiece a hacerse consciente.
ResponderEliminarEsto que te cito no es mío (obviamente).Está tomado del libro "El Maestro interior" escrito por Karlfried graf Dürckheim.
Intuyo que este tema nos dará mucho para hablar.
Un abrazo.
Gracias amigo mio
ResponderEliminarA tí Arianna. Gabon.
ResponderEliminar